Estas primeras creaciones enseguida atrajeron la atención de familiares y amigos que, buscando dar un empujón en el camino a la perfección del crochet, no dudaron en alentarme para que poblase sus distintos domicilios con pequeñas muestras de estas simpáticas plantas tan agradecidas.
La evolución, gracias a ese aliento desinteresado por parte de todos, se puede apreciar en el último centro ganchillero de cactus en sus más variopintas versiones. Es un centro que hice para mi tía, que tenía un hueco en su estantería que solo llenaba un soporte vacío... así que, manos a la obra, empecé a darle a la aguja.
El primero como podéis ver ya va teniendo su diferenciación. Cabezón y con variaciones en sus púas.
De uno en uno la colonia
iba tomando forma y se
podía ver como
la unión hace la fuerza.
Que si más altos, más
redondos, con
pelusilla, la flora
ocupaba su lugar.
Base al más puro estilo poliespan. |
Palillos con pegamento, esto no lo mueve ni el cierzo. |
Y aquí otra que parece sacada de algún filtro de Instagram.
Madreee mía! menuda colección. El centro de mesa lleno de cactus es todo un espectáculo.
ResponderEliminarYo me he estrenado hace poco con uno, y la verdad es que no será el último porque me encantan.
Jeje, Yo también quiero retomarlos, la verdad es que alegran cualquier rincón y son muy agradecidos. Tengo que hacerme uno para la oficina y estoy pensando en ponerle una carita simpática que me levante el ánimo cuando el día decaiga.
EliminarBs
muy bonitos y agradecidos, a estos no hay que regarlos, me encantan
ResponderEliminarMuchas gracias. ^^
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